La intervención de aumento de pecho es una cirugía, por lo que es posible que en algún momento pueda aparecer alguna pequeña molestia. No obstante me doy cuenta de que mis pacientes de aumento de senos, normalmente se sienten muy bien después de la cirugía y realmente no tienen ningún dolor importante.

La mayoría de nuestras pacientes describen una sensación de plenitud y presión inmediatamente después de la cirugía que desaparece bastante rápido.

Algunas nos dicen que hay un par de días “como una subida de leche”, pero nada que necesite calmantes, ni antiinflamatorios, ni antibióticos. Nosotros nunca los damos, no son necesarios.

Aunque para tranquilidad de nuestras intervenidas, siempre estamos detrás.

A menudo tengo que recordarles a mis pacientes, que no hagan un esfuerzo excesivo justo después de la cirugía porque se sienten muy bien.

¿Cuáles son las causas de dolor?

Veamos ahora cuales son los factores que producen la posible aparición del dolor en la mamoplastia de aumento: la incisión, la creación del «bolsillo» o hueco donde se aloja la prótesis y el volumen del implante.

Introducimos la protesis a través de una incisión semicircular en la areola

La incisión

La primera causa es la realización de la incisión debido al corte de la piel y tejidos con el bisturí para poder acceder a los pechos es limpia y simple. No usamos elementos cáusticos, como el electrobisturí o el láser porque provocarían una pérdida de sensibilidad.

Porque nosotros desde hace muchísimos años realizamos la incisión a través de un mínimo ojal en la areola. No nos gustan las marcas permanentes en el surco. Y la axila la respetamos por lo importante que es en la detección de la patología mamaria. Y a través de la incisión areolar tal y como lo hacemos, no se pierde sensibilidad ni la capacidad de la lactancia…

El hueco o «bolsillo»

La segunda causa común es la creación de un espacio perfecto para la prótesis mamaria, y lo realizamos también sin elementos traumáticos; con nuestros dedos índice y medio y separando suavemente por el plano natural, con lo que no hay prácticamente sangrado ni dolor.

Ah, y aunque en los ochenta y principios de los noventa pusimos 1000 prótesis detrás del músculo, con el cambio de implantes en 1995 ya prácticamente todos los más de cuatro mil siguientes los situamos en el sitio que sabemos es más natural: delante del músculo, detrás de la glándula. Y las pacientes están felices con el resultado.

El volumen de las prótesis

Por último esa prótesis o implante introducido en el «bolsillo» creado, va a producir una distensión o estiramiento de los tejidos, ya que hemos colocado un volumen adicional en nuestro cuerpo. Este estiramiento o tensión sobre los tejidos, produce cierto dolor que será tanto mayor cuanto más grande sea el volumen de la prótesis introducida, con respecto al hueco o espacio que naturalmente el cuerpo de la paciente puede admitir.

En cuanto al dolor provocado por el volumen de la prótesis, nosotros siempre utilizamos “sizers” peroperatorios, es decir, medidores.

Con lo cual el volumen del implante no es a gusto del cirujano o de la paciente, sino exactamente su talla, como debe ser. Como un zapato o un guante o cualquier otra prenda. El cuerpo humano tiene tallas y estas hay que cumplirlas, porque no son caprichosas.

¿De qué depende el dolor después del aumento de pecho?

  • La técnica quirúrgica: el plano de colocación del implante.

El dolor del aumento de senos depende esencialmente de la colocación del implante: submuscular o subglandular.

La colocación submuscular es más dolorosa que la subglandular. Los deportistas saben que un impacto es menos doloroso que un arrancamiento. Y para hacer un espacio detrás del músculo este hay que despegarlo de otros.

Se comenta que el implante debajo del músculo está mejor cubierto con esta capa adicional de tejido, y la aparición de problemas posteriores como contractura capsular, o el endurecimiento de la cápsula alrededor del implante es menor debajo el músculo es menor. Esto no lo creemos demostrado.

La tendencia del implante detrás del músculo es de tener desplazamientos hacia abajo y hacia afuera, algo que no nos gusta en un pecho femenino. Además de poder provocar, con el paso de los años, la estéticamente temida forma de “doble burbuja” o “cascada”. Otro día hablaremos de ella.

  • La habilidad quirúrgica.

La cirugía, muy delicada, atraumática y sin sangrado reduce las molestias y el dolor postoperatorio a prácticamente nada. Una disección delicada, deliberada y hábilmente realizada por mano muy experta reduce sensiblemente las molestias.

  • La tolerancia individual al dolor.

Aunque cada paciente tiene un umbral de dolor diferentes, raramente las nuestras necesitan un paracetamol.

  • El tamaño del implante puede ser importante.

A nosotros no nos gustan los implantes de mayor talla que la que el cuerpo admite ni tampoco los muy grandes, porque se deforman más con el tiempo y pueden acabar produciendo desagradables molestias cervicales. Ya hemos dicho que los ponemos “a medida” y entonces como una prenda de tu talla te “sienta bien” no causa dolor postoperatorio y no molesta a lo largo de tu vida.

  • Movilización temprana.

En nuestras pacientes de aumento de mama no utilizamos vendas, ni esparadrapos, ni gasas, ni pomadas.

Hace bastantes años desarrollamos con unos laboratorios ingleses el apósito inerte, transparente, transpirable, de tamaño algo mayor que un sello de correos y que es lo que aplicamos directamente sobre la areola y lo mantenemos 15 días.

Y con un sujetador elástico de aerobic y ducha diaria con su gel favorito, a las dos semanas lo quitamos sin molestias, pues no hay puntos externos: todos internos y reabsorbibles. A las tres semanas ya podemos damos el informe para su Ginecólogo.

Normalmente un par días después del aumento de mamas, prácticamente la totalidad de nuestras pacientes pueden realizar sus actividades habituales. Incluso conducir.

El aumento de senos realizado de forma experta, con implantes adecuadamente seleccionados, situados correctamente y de la talla exacta, realizado con una técnica que deja una cicatriz totalmente invisible es un procedimiento definitivo y muy gratificante para nuestras pacientes.